Postres con harina de arroz: sanos y deliciosos

¿Has probado alguna vez a preparar dulces con harina de arroz? Es una buena alternativa a la harina de trigo, la más habitual en repostería, pues tiene las mismas propiedades nutricionales y, al ser un producto sin gluten, es la opción ideal para personas celíacas o intolerantes al gluten. También ayuda a controlar el colesterol.

La harina de arroz se obtiene triturando el grano de arroz entero, un proceso que da como resultado una harina fina y de color blanco uniforme que no es necesario tamizar. En recetas saladas es muy usada para hacer rebozados (al tener mucho almidón, absorbe poca agua y el rebozado queda más crujiente), pan, masa de pizza o espesar salsas o guisos. Pero con harina de arroz también puedes preparar infinidad de dulces, desde galletas, tortas, creps o bizcochos hasta papillas para bebés o pasta casera.

Ahora bien, la harina de arroz, como otras harinas sin gluten (de trigo sarraceno, de maíz, de teff…) no reacciona igual que la de trigo, precisamente porque el gluten es lo que proporciona esponjosidad a las preparaciones. Es algo que hay que tener claro al preparar postres que tienen que levar (crecer con el horneado), porque el resultado no será nunca igual que si los preparas con harina de trigo. Pero entre todas las opciones sin gluten, la harina de arroz es la más recomendable para sustituir a la de trigo porque tiene un sabor muy neutro que no interfiere en el sabor final.

Un dato básico a la hora de hacer postres con harina de arroz es que no puedes usar la misma cantidad que emplearías de harina de trigo, debes añadir un poco menos precisamente porque al no tener gluten, si usas la misma cantidad el postre te quedará apelmazado. La equivalencia aproximada es: 1 taza de harina de trigo = 7/8 de taza de harina de arroz. Y los expertos en repostería aseguran que si se mezcla la harina de arroz con otras harinas el resultado es aún mejor. Si quieres una receta 100% sin gluten, prueba a mezclar la harina de arroz con harina de teff, un cereal sin gluten originario de Etiopía.

Como siempre, la clave del éxito está en probar, probar y probar. Hasta dar con las proporciones idóneas para tus postres. En el resultado final también interviene tu horno (no todos hornean igual), el amasado y por supuesto el resto de ingredientes de la receta.

3 recetas dulces básicas con harina de arroz

Bizcocho de harina de arroz

Ingredientes:

• 4 huevos
• 120 gr de mantequilla
• 150 gr de azúcar
• 200 gr de harina de arroz
• 650 ml de leche desnatada
• Azúcar glas para espolvorear

Bate los huevos con el azúcar hasta que doblen su volumen. Añade la harina de arroz y mezcla. Agrega 100 gr de mantequilla fundida y remueve. Incorpora la leche templada y bate hasta que se incorpore. Engrasa un molde con la mantequilla restante, vierte la masa y hornea entre 45 y 50 minutos en el horno precalentado a 180°. Deja enfriar el bizcocho sobre una rejilla y espolvoréalo con azúcar glas.

Galletas con harina de arroz

Ingredientes:

• 175 gr de harina de arroz
• 75 gr de maicena
• 100 gr de azúcar
• 75 gr de mantequilla
• 1 huevo L
• 1 cucharada postre de extracto de vainilla líquida
• Una pizca de sal

Mezcla las harinas, añade el azúcar, la mantequilla troceada y la sal. Trabaja la masa con las manos hasta obtener una mezcla arenosa. Agrega el huevo ligeramente batido y la vainilla mezcla con las manos. Forma una bola con la masa, tápala con film y déjala reposar en la nevera media hora. Enharina (con harina de arroz) la superficie de trabajo y extiende la masa con un rodillo. Corta las galletas con un cortapastas y colócalas sobre la bandeja del horno forrada con papel sulfurizado. Hornéalas 10-12 minutos en el horno precalentado a 180°, hasta que estén doradas. Déjalas enfriar sobre una rejilla y sírvelas frías.

Papilla de harina de arroz

Ingredientes:

• 3/4 de un vaso de leche de continuación (o materna).
• 1 cucharadita de harina de arroz

Disuelve la harina de arroz en la leche fría y cuécela a fuego suave, sin dejar de remover, hasta que la leche arranque a hervir. Deja templar la papilla. Puedes enriquecerla con un poco de fruta (manzana, pera, plátano…), pelada y rallada.