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¡Yo no quiero adelgazar! Aprende a engordar con salud

¡Yo no quiero adelgazar! Aprende a engordar con salud

Nomen      01/02/2016

Uno de los principales temas en el mundo de la moda y la alimentación suele estar relacionado con la pérdida de peso o el mantenimiento de éste. No obstante, hay un sector de la población que está desesperado por conseguir totalmente lo contrario: subir de peso. ¿Cómo engordar, algo tan sencillo para algunos, puede suponer un auténtico calvario para otros?

La respuesta está en la genética. Un estudio, publicado en el último número de la revista «Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine», realizado por investigadores de la Universidad de Londres, asegura que el peso corporal de los padres tiene una gran influencia en el peso corporal de sus hijos, después de haber observado que los niños cuyos padres son delgados tienen tres veces más probabilidades de serlo, en comparación con aquéllos cuyos padres son obesos. No obstante, la delgadez se convierte en un problema cuando la persona quiere engordar y no lo consigue. Por eso, hoy, centraremos el artículo en dar consejos sobre cómo conseguir subir quilos sin perder la salud.

Lo primero de lo que debemos asegurarnos es que la dieta sea, aparte de equilibrada y variada, suficiente en energía. Aumentar las cantidades de comida es un paso muy difícil, ya que estas personas suelen tener un estómago que no cede fácilmente a grandes volúmenes. Por lo tanto, tendremos que conseguir que, con la misma cantidad de comida, aportemos más energía. Este punto lo conseguiremos enriqueciendo los alimentos:

A las sopas, cremas y purés:

– Añadir quesitos o queso rallado.

– Añadir huevo duro picado.

– Añadir picatostes de pan frito en aceite de oliva.

– Añadir tacos de jamón serrano pasados por la paella en aceite de oliva.

– Añadir un picado de almendras y avellanas.

– Añadir una cucharada sopera de aceite de oliva en crudo.

Las verduras:

– Rehogarlas o freírlas en aceite de oliva.

– Añadir un sofrito con ajo, jamón y piñones.

– Añadir salsa bechamel.

– Añadir frutos secos.

– Añadir mahonesa.

– Añadir pasas.

Las legumbres:

– Añadir un sofrito de chorizo o jamón serrano.

Los arroces:

– Añadir un sofrito de ajo y jamón.

– Saltearlo con aceite de oliva.

Las salsas:

– Salsas enriquecidas con nata, queso, salsa de tomate, salsa pesto…

Las carnes y pescados:

– Empanados.

– Guisados.

– Potenciar el pescado azul un mínimo de tres veces a la semana.

Los postres:

– Con miel, mermeladas.

– Con nata.

– Con leche en polvo condensada.

– Con chocolate.

– Con frutos secos.

– Fruta en almíbar.

Otro punto importante es fraccionar la dieta en cinco o seis tomas al día, dando especial importancia al desayuno, sin duda, la comida más importante del día. No desayunar es como no haber despertado y reactivado toda la maquinaria de nuestro organismo. Nunca debe faltar un aporte de cereal, un aporte de lácteo y un aporte de fruta. Por ejemplo: una pieza de fruta, leche con cacao y cereales azucarados.

El pan, los cereales, las patatas y las legumbres, todos tiene almidón. Este nutriente es esencial para equilibrar los menús, por lo tanto, nunca puede faltar ni en la comida ni en la cena. Por ejemplo: arroz salteado con setas, conejo con puré de castañas y manzana al horno con canela y azúcar moreno. Y si además, acompañas las comidas con pan tostado, aceite de oliva y zumo de manzana para beber, añadirás calorías de calidad sin prácticamente darte cuenta.

Por último, destacar la importancia de practicar ejercicio físico, ya que no solo estimula el apetito sino que estimula la musculatura, proporcionando un aspecto menos delgado.

Ya veis que para engordar no se trata de satisfacer el apetito con comidas copiosas, grasientas y muy calóricas, sino de tomar raciones moderadas con una buena calidad nutricional y, sobretodo, mantener estos hábitos de por vida.

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