Cuidar de la salud cardiovascular es una de las premisas más importantes para mantener un buen estado de salud en general; como ya sabrás el corazón es el motor que mueve el oxígeno que llega hasta los rincones más recónditos de nuestro organismo, por eso debemos tenerle especial cariño, mimarlo y cuidarlo como un preciado tesoro.
Lo cierto es que una alimentación saludable contribuye a que la salud del corazón se mantenga en plenas condiciones, pero debemos seguirla en nuestro día a día y evitar que el tópico “por un día no pasa nada” se incorpore en nuestra rutina alimentaria. Todo esfuerzo tiene su recompensa y no hay mejor recompensa que sentirse vital y activo gracias a la alimentación diaria y a los hábitos de vida saludables. Toma nota de estas 5 claves cardiosaludables para cuidar la salud del corazón.
1. Aumenta el consumo de alimentos de origen vegetal
La base de una alimentación saludable se fundamenta en el consumo de alimentos de origen vegetal, es decir: verduras, hortalizas y frutas, como base de la dieta para aportar suficiente cantidad de fibra, vitaminas y minerales; cereales como el arroz, el trigo, la avena, el centeno o la quinua, entre otros, mejor si son en su variedad integral; legumbres como los garbanzos, las lentejas, las alubias o la soja, y frutos secos, que aportan grasas saludables. Estos alimentos son los que más deben abundar en el día a día de la alimentación.
2. Reduce el consumo de grasas poco saludables y aumenta el de grasas saludables
Reducir principalmente el consumo de carnes rojas y procesadas que son ricas en grasas saturadas, las cuales, en exceso, pueden favorecer la acumulación de colesterol en las arterias. Escoge carnes blancas como la de pollo, conejo, pavo o codorniz y limita las carnes de cordero o ternera a una vez por semana. Evita los productos de bollería industrial, ya que los aceites que se utilizan para su elaboración contienen grasas saturadas también; si tomas bollería mejor hacerlo sólo de vez en cuando y prepararla en casa. Opta por lácteos semidesnatados y compleméntalos con bebidas vegetales como la Bebida de Arroz Nomen.
Aumenta el consumo de pescados, variando entre los blancos (merluza, rape, bacalao, dorada, lenguado, etc.) y los azules (salmón, caballa, atún, sardina, boquerón, etc.), ya que aportan grasas saludables como las omega-3, grasas protectoras del sistema cardiovascular. El aceite de oliva virgen extra es la grasa más recomendable para aliñar tus platos y, también, para cocinar tus recetas favoritas.
3. Reduce el consumo de sal y platos preparados
El sodio favorece el aumento de la presión arterial, lo que, de forma crónica, puede ser perjudicial para las arterias. La realidad es que el consumo de sal supera con creces las recomendaciones de los expertos, por lo que una de las medidas más efectivas para reducir su consumo es reducir la cantidad de sal que añadimos a las recetas y preparaciones que elaboramos; si eres de los que todavía saca el salero a la mesa, empieza por dejarlo en la cocina y, poco a poco, disminuye la cantidad con la que sazonas tus platos. Una alternativa perfecta a la adición de sal es el uso de especias y hierbas aromáticas, también potencian el sabor de los ingredientes y, con un buen maridaje, las recetas quedan como si las hubiese preparado el mejor de los chefs. ¡Hay infinidad para escoger! Orégano, albahaca, eneldo, pimienta (de cualquier variedad), perejil, cilantro, cebollino, comino, romero, tomillo, cúrcuma, clavo, curry, laurel, nuez moscada, pimentón… ¿las has probado todas?
4. Potencia las cocciones saludables
Las cocciones también son importantes a la hora de reducir riesgo cardiovascular. Lo más importante será escoger técnicas culinarias saludables, como la plancha, el horno, el vapor, el papillote, el salteado, el hervido, el wok e, incluso, el microondas, porque son tipos de cocciones que no necesitan añadir aceite en gran cantidad y, por lo tanto, no suman demasiadas calorías ‘extra’ a las preparaciones que elaboras. Por el contrario, cocciones como guisados o fritos deben estar presentes sólo muy de vez en cuando. Si te gustan los fritos y no puedes vivir sin ellos, lo mejor será hacerlos en casa y de la forma correcta, es decir, con una cantidad de aceite, bien caliente, suficiente para cubrir el alimento que se vaya a freír; de este modo la cantidad de grasa que entra en el alimento es mucho menor que si se fríe en poca cantidad de aceite.
5. Haz ejercicio físico, evita el tabaco y el alcohol
Es importante seguir unos hábitos de vida saludable: evitar el alcohol y el tabaco es una clave fundamental para cuidar de la salud cardiovascular. Además, no hay mejor tándem que una dieta cardiosaludable y la práctica de ejercicio físico para buscar un estado de salud óptimo y tener las pilas cargadas, casi siempre, al 100%. Huir de una vida sedentaria será el principio para activarte si no haces deporte regularmente: ve caminando a hacer la compra, a la parada del autobús, pasea a tu mascota varias veces al día (¡también necesita mover su esqueleto!), existen multitud de actividades para hacer tu rutina menos estática. El siguiente paso será hacer deporte, apúntate al gimnasio, entrena con un equipo de básquet, sal a correr… puedes escoger el deporte que más te guste, lo más importante es que no te quedes en el sofá.
¡Siéntete vital con estas 5 claves cardiosaludables!
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