En otro artículo ya hablamos de la importancia de dedicar unos minutos a leer el etiquetado alimentario para poder seleccionar mejor los alimentos a la hora de hacer la compra, pero no comentamos la diferencia que hay entre un alimento light y un alimento 0%. ¡Vamos a descubrirlo!
Según la legislación vigente, un alimento se puede denominar ligero o light cuando el fabricante ha reducido en un 30% su aporte calórico o el contenido de algún nutriente (generalmente grasas o azúcares) en relación a su producto homólogo tradicional (“no light”). Por tanto, un producto light surge de la modificación en el valor energético o nutricional de un producto alimenticio ya existente. Además, en el caso de que se reduzca su valor energético, es obligatorio indicar mediante qué característica del producto se ha conseguido alcanzar dicha reducción calórica (por ejemplo, mediante una reducción en la cantidad de grasa o de azúcar). Ahora bien, ¡no nos engañemos! Un producto light no es un producto sin calorías, al contrario, puede llegar a ser bastante calórico si el alimento de partida es altamente energético. Por ejemplo, una ración de patatas de bolsa light (30 g), a la que se le haya reducido en un 30% su contenido en grasa, nos aporta unas 140 Kcal y la misma cantidad de su versión original unas 160 Kcal. Como veis, ambos productos siguen siendo notablemente calóricos. Por tanto, una alimentación light no se consigue con el consumo de alimentos light sino con una correcta planificación y elección alimentaria que haga que, al final de nuestro día, hayamos ingerido las calorías que necesitamos, ¡ni más, ni menos!
Y, ¿qué pasa entonces con los alimentos 0%? Estos alimentos hacen referencia a aquellos productos que aportan menos de 0,5 g de grasa o de azúcar por cada 100 g o 100 ml de alimento. De esta manera, en su etiquetado se podrá leer la declaración 0% materia grasa o 0% azúcares. Estos productos pueden ser interesantes para aquellas personas que necesiten o deseen disminuir la ingesta de estos dos nutrientes pero, de nuevo, esto no significa que no nos aporten calorías. El valor calórico de estos productos será muy variable dependiendo del tipo de producto del que se trate y de los ingredientes utilizados para su elaboración.
Algunos ejemplos de alimentos o ingredientes que no suman calorías a nuestra dieta son el agua, las infusiones sin azúcar añadido, la sal, las especias y las hierbas aromáticas.
Por tanto, para llevar una alimentación light, nada mejor que leer bien el etiquetado alimentario, sean o no alimentos light o 0%, y escoger los alimentos que nos aporten una cantidad moderada o baja de calorías. Un alimento se considera bajo en calorías cuando aporta menos de 40 Kcal por cada 100 g de alimento, en el caso de los sólidos, o menos de 20 Kcal por cada 100 ml si es un alimento líquido.
Una buena herramienta para seguir una alimentación saludable y ligera es seguir las pautas recomendadas en la pirámide de la alimentación, como la que aquí os presentamos. ¿Os animáis a seguir una dieta ligera y saludable?
Descubre toda nuestra gama de productos
Muy claro