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10 claves para poner a punto tu despensa

10 claves para poner a punto tu despensa

Nomen      14/10/2020

Vas a preparar un pollo empanado y te das cuenta de que no tienes pan rallado, o quieres un arroz como acompañamiento y apenas te queda arroz… ¿Te ha pasado alguna vez? Si la respuesta es sí, puede que tu despensa necesite una puesta a punto. Tenerla bien organizada y con todo lo necesario siempre a mano es cuestión de seguir estos 10 sencillos pasos.

1. Elige un día y dedícale 1 hora (mínimo)

Las prisas no son compañeras del orden. Eso sí, cuando tengas tu despensa a punto ahorrarás mucho tiempo buscando el producto que necesitas. Elige un día tranquilo y piensa que necesitas mínimo 1 hora para hacer la puesta a punto de tu despensa. Deja espacio libre sobre una encimera cercana y ponte música, verás que poner orden puede ser también muy gratificante.

2. Vacíala del todo y límpiala bien

El primer paso es retirar todo (sí, todo) lo que guardas en la despensa. Ve dejándolo sobre la encimera que has liberado, pero aprovecha para revisar las fechas de caducidad y tirar los productos que ya estén caducados. Una vez vacía, límpiala bien con un producto adecuado al material del que esté hecha (limpiador para madera si es de madera, agua jabonosa si tiene cestas metálicas…). Sécala bien con un trapo y déjala abierta unos minutos para que se airee.

3. Haz una lista de lo que necesitas

Una buena despensa debe tener todos los productos y alimentos que sueles consumir. Mira lo que tienes y haz una lista de la compra de lo que te falta. Lo indispensable es tener al menos 1 paquete de cada de:

  • Cereales: arroz, pasta, quinoa… tanto en su versión seca como en vasitos precocinados, que te pueden sacar de un apuro.
  • Harinas: de trigo, de maíz, de arroz, de legumbres, pan rallado
  • Legumbres: garbanzos, lentejas, judías… ya sean secas o en conserva.
  • Conservas: de pescado, como atún o mejillones; y también de verduras, como pimientos, tomate frito o entero…
  • Bebidas: leches, bebidas para el desayuno o la merienda, zumos, refrescos…
  • Aliños: aceites, vinagres y salsas que utilices a menudo.
  • Infusiones y cafés: en el formato que utilices, también azúcar y edulcorantes.
  • Dulces para el desayuno: galletas, cereales, chocolate, tostadas, mermeladas…
  • Especias y sazonadores: sal, pimienta, hierbas aromáticas secas, todo tipo de especias, cubitos de caldo…
  • Aperitivos: patatas fritas y similares, aceitunas, frutos secos, palomitas…
  • Platos preparados: sopas en polvo, arroces preparados para cocinar en pocos minutos, pastas en polvo preparadas…

4. Compra lo que te falta

Antes de ponerte a colocar los productos de nuevo en la despensa, ve a comprar los que te faltan. Solo cuando los tengas todos podrás ver si caben o no (quizás necesitas destinar otro mueble como despensa).

5. Decide cómo guardar los paquetes abiertos

¿En sus envases originales o en tarros? Nos referimos a paquetes de pasta, harina, arroz, etc… que no se gastan todos de una vez y hay que volverlos a guardar en la despensa. Si eliges la primera opción, compra pinzas para cerrarlos herméticamente. Pero verterlos en tarros transparentes, herméticos, ayuda a que se conserven mejor y mantienen la despensa ordenada. Si todos los tarros son iguales y se pueden apilar, aprovechan mejor el espacio. Y lo ideal es que les pongas una etiqueta con la fecha de caducidad de lo que guardas dentro.

6. Divide el espacio y ubica los productos

Lo más práctico es tener delante los productos que usas más a menudo porque así los tendrás más a mano. Mira el espacio del que dispones y dedica un rincón a cada tipo de alimentos. Existen infinidad de accesorios que te pueden ayudar a sacar más partido a tu despensa, desde cestas colgantes hasta soportes para duplicar la altura de un armario. Un buen truco es colocar detrás lo más alto, para que los productos no se tapen entre sí, te será más fácil encontrarlo todo de un vistazo.

7. Pon siempre lo nuevo detrás

Ten la constancia de poner detrás los productos que acabas de comprar, que tienen una fecha de caducidad más lejana, así te aseguras de coger primero los que caducan antes. No acumules más de lo necesario, ahorrarás espacio.

8. Ten una lista de la compra cerca

Y, en cuanto acabes un producto, apúntalo para que no se te olvide comprar uno nuevo. Es la mejor manera de tener una despensa bien equipada con todo lo necesario.

9. Evita los “porsi”

No acumules productos “capricho” que después no consumes y se acaban caducando o echando a perder. Este tipo de alimentos, que consumes de forma esporádica, debes comprarlos y consumirlos en el momento, nunca almacenarlos.

10. Márcate un timing de limpieza

Lo ideal sería vaciar la despensa y limpiarla una vez al mes o cada dos meses. Tú decides, pero es importante que te marques un timing o los meses se te echarán encima.

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