Cuida tu hidratación de forma sana y equilibrada este verano

El verano es tiempo de calor, sol y actividades al aire libre, es por eso que hay que tener en cuenta, más que nunca, una buena y correcta hidratación. ¿Pero cómo sabemos si estamos bien hidratados?

¿Cómo podemos saber si estamos bien hidratados?

Hay una forma un poco curiosa, pero muy válida para saberlo, y es fijándonos en el color de nuestra orina. El único momento del día que puede ser amarilla oscura es a primera hora de la mañana, ya que llevamos más de 7 o 8 horas sin ir al baño. El resto del día, el color de nuestra orina debe ser amarillo claro tirando a transparente. Si es más oscura, y no se están tomando vitaminas o medicamentes que la afecten, querrá decir que no lo estamos haciendo bien, y que tenemos que aumentar la ingesta hídrica. Una buena pauta que podemos adoptar es beber un vaso de agua cada vez que vayamos al baño a orinar.

¿Cuáles son las mejores bebidas para una correcta hidratación?

Sin duda, la bebida que debe predominar es el agua. Beber la cantidad suficiente asegura el correcto funcionamiento de los procesos de eliminación de residuos de nuestro cuerpo. Se recomienda beber entre dos y tres litros de agua diarios. Lo ideal es que la mitad proceda de los alimentos (sobre todo a través de las frutas, verduras y hortalizas, recordad que es importante llegar a las cinco raciones diarias) y la otra mitad se obtenga bebiendo.

Pero existen otras opciones que también pueden ser válidas:

– Las infusiones: bebida obtenida de las hojas, las flores, de los frutos o de semillas de diversas hierbas y plantas, que pueden ser aromáticas, y se les vierte agua caliente, sin que éste llegue al punto de ebullición. A muchas de estas bebidas se les atribuyen propiedades medicinales como las infusiones digestivas (anís estrellado, camomila…) o las infusiones que ayudan a conciliar el sueño (valeriana, melisa…). Actualmente en el mercado podemos encontrar algunos sabores en formato frío.

– Los caldos vegetales: pese a ser más típicos de invierno, también son una buena manera de introducir líquidos en nuestra dieta. Prácticamente no nos aportan calorías pero sí minerales y vitaminas hidrosolubles.

– Los zumos de fruta natural: aunque siempre es mejor tomar la pieza entera, ya que así no despreciamos la fibra de la fruta, dos o tres veces por semana podemos optar por un zumo natural, una forma muy práctica y sabrosa de llegar a la dosis de fruta diaria recomendada.

– Las bebidas vegetales: como por ejemplo la Bebida de Arroz de Nomen, una bebida natural, nutritiva y con un sabor muy agradable, que se puede tomar fría o caliente, para desayunar o merendar. ¡Incluso puede usarse para preparar helados o batidos caseros para pasar el calor de verano!

También es muy importante saber que no hay que esperar a tener sed para beber, de hecho, la sensación de tener sed es un signo de que empezamos a deshidratarnos, y eso hay que evitarlo, especialmente en verano. Beber poco, pero a lo largo de todo el día, es una excelente forma de evitar la deshidratación.

En definitiva, este verano no podemos olvidarnos de beber durante todo el día ya sea agua, infusiones, caldos, bebidas vegetales… y comer de 2 a 3 piezas de fruta y una ración de verduras en cada comida principal. Todo ello nos ayudará a hidratarnos de forma sana y equilibrada.