La cocina típica española está reconocida en todo el mundo. Vayas dónde vayas, van a asociarte rápidamente con la tortilla de patatas, la paella, el gazpacho… y, es que, todos estos platos son placeres para el paladar. Es cierto también que, con la preocupación por llevar una vida saludable, a menudo los apartamos de nuestra dieta porque algunos pueden llegar a resultar demasiado energéticos. ¡Esto tiene fácil solución con estos 5 trucos para aligerar platos típicos!
¿Quieres que tus platos “de toda la vida” sean más ligeros, pero sin renunciar a todo sabor?
1. ¡Cuidado con las salsas!
Muchas de nuestras salsas se elaboran a base de crema de leche, nata, queso o mantequilla. Prueba a modificar estos ingredientes que le aportan un exceso innecesario de calorías y grasas poco saludables por leche evaporada o ingredientes como yogur natural o desnatado. ¡Pongamos un ejemplo! Imagina que necesitas acompañar un delicioso salmón o una simple pechuga de pollo. Bate un yogur natural de tu nevera con el zumo de medio limón, 1 diente de ajo bien picado, sal y pimienta. Mezcla hasta conseguir la textura homogénea y añade unas hojas de menta fresca troceada. ¡Conseguirás una salsa de yogur deliciosa, que sorprenderá a tus invitados!
2. Aligera purés y cremas
Al igual que con las salsas, muchos de los purés y cremas que tanto te gustan también se preparan con mantequilla, leche, nata líquida o queso… Si en su lugar utilizas leche, un quesito light o incluso un caldo de pollo o verduras, ¡reducirás fácilmente las calorías! Un buen ejemplo es la crema de calabaza tan típica otoñal: si utilizas sencillamente patata, calabaza, zanahoria y caldo de verduras obtendrás un resultado más ligero y saludable, ¡pero igual de delicioso!
3. Disminuye los fritos
Hay muchas recetas que utilizan esta técnica culinaria, no obstante, cuando fríes, un 10% del aceite utilizado para la fritura pasa a formar parte del alimento, aumentando las calorías de tu plato. Utilizando otros métodos de cocción como la plancha, el vapor o el horno, obtendrás fácilmente un resultado muy parecido. ¡Ni te imaginas la cantidad de platos que puedes preparar con otros métodos de cocción y con el mismo sabor! Un ejemplo excelente es la deliciosa tortilla de patatas, si en lugar de freír las patatas las hierves, o en vez de freír las empanadillas, las pintas con huevo batido por encima y las horneas, verás que el resultado final es prácticamente el mismo, pero con un contenido en grasa mucho menor. Incluso el famoso huevo frito que tanto te gusta, si en lugar de frito lo cocinas con un pequeño chorrito de aceite de oliva a la plancha, obtendrás el mismo resultado, pero disminuyendo muchísimo la cantidad de aceite usado. Además, ¡podrás seguir mojando el pan en la yema a la perfección!
4. Evita los embutidos
Prescinde de los embutidos como condimento de tus cocidos y guisos y utiliza en su lugar verduras variadas o especias. Te invitamos a dejar a un lado el chorizo, la panceta y el tocino de tu cocido madrileño y, en vez de eso, utilizar especias y condimentos como el pimentón ahumado, que le proporcionará a tu guiso un gusto muy parecido al chorizo. ¡Ni lo echaras de menos!
5. ¡También es posible con los postres!
A la hora de elaborarlos, puedes optar por reducir la cantidad de azúcares usados, sustituyéndolos por algún edulcorante, como la estevia. Además, puedes dejar a un lado los lácteos enteros y usar opciones más bajas en grasa como los desnatados o realizar postres con bebidas vegetales como la Bebida de Arroz Nomen.
Estos 5 trucos para aligerar platos típicos tan fáciles de introducir en tu día a día van a reducir fácilmente la aportación energética excesiva de algunos de tus platos favoritos, haciendo de ellos una opción más equilibrada y saludable, pero sin dejar de lado ese sabor tan a “cocina de tu madre” que tanto deseas.
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