Las vacaciones acaban y damos la bienvenida a un nuevo curso, con el sabor de las vacaciones aun en boca puede resultar un poco complicado retomar la rutina y las obligaciones del día a día. ¡Busca el lado positivo y aprovecha la vuelta para plantar cara a los hábitos poco saludables que has adquirido durante las vacaciones!
En este artículo te damos algunos consejos para que te sea mucho más fácil la vuelta a la rutina y puedas cumplir con lo que te propongas.
Establece unos objetivos
Realizar algún cambio es mucho más fácil cuando te has marcado unas metas. Escribe en una hoja los objetivos que quieras cumplir durante este curso y cuélgalos en algún sitio visible, así, cada vez que pases por delante lo recordarás y tendrás presente. Una buena idea es hacer un calendario e ir marcando todo aquello que consigues. Márcate pocos objetivos, pero que sean aquellos que más importantes consideres y dales prioridad, a medida que avances, puedes ir sumando otros.
Sueña en grande, empieza pequeño, actúa ahora
No intentes cambiarlo todo de golpe, ves paso a paso y te será mucho más fácil cumplir con lo propuesto y que perdure en el tiempo. Lo más importante es crear pequeños hábitos, pero sostenibles. Marcar tus objetivos en un tiempo concreto y alcanzable te ayudará a no frustrarte.
Pon orden en tus comidas
Probablemente durante el verano has variado tus horarios de comidas, ¿eres de los que aprovechan para levantarse más tarde, o de los que llenan su día de actividades desde bien temprano? Sea como sea, los horarios de las comidas se ven alterados y, muchas veces, se van atrasando a lo largo del día. Además, al no tener unos horarios fijos es más fácil acabar picando entre horas.
Vuelve a ordenar tus comidas, es importante establecer un total de 5 comidas al día (desayuno, media mañana, comida, merienda y cena), con un intervalo de unas 2-3 horas entre cada una. Recuerda que la media mañana y la merienda deben ser poco copiosas, una pieza de fruta o un yogur con frutos secos son buenas opciones.
Descubre cómo preparar un menú semanal variado y equilibrado.
¡Una alimentación saludable es posible!
Con el ajetreo del nuevo curso es posible que pienses que es complicado comer de forma saludable, pero si te planificas ¡es perfectamente compatible! Si tienes poco tiempo para cocinar entre semana aprovecha los fines de semana para preparar más cantidad, incluso si tienes que comer fuera de casa puedes dejar unos cuantos tuppers hechos, ¡muy práctico para esos días que vas con prisa!
Recuerda hacer de las verduras y las hortalizas la base de tus platos, combínalas con cereales integrales y legumbres. Los días que no tomes legumbres puedes completarlo con pescado, alternando entre blanco y azul y carne, priorizando la carne blanca. Recuerda las 5 raciones de frutas y verduras al día. Verás que notarás los cambios, no solo físicamente sino también en el estado de ánimo. Una buena alimentación te ayudará a aguantar mejor el ritmo diario y a afrontarlo con más energía.
¡Vuelve el ejercicio!
Es hora de volver a incluir la actividad física como parte de tu rutina. Seguro que durante estas vacaciones has podido coger alguna idea de algo que te haya gustado, desde natación hasta clases dirigidas. Elige una actividad que te guste y se adapte a tus necesidades y ¡empieza a moverte! Comienza poco a poco y busca un horario al que te puedas adaptar fácilmente, de esta manera, te resultará mucho más fácil cumplir con lo propuesto. No solo te mantendrás en forma, también te servirá para desconectar y relajarte después de un largo día de trabajo. Debes ser constante y tener fuerza de voluntad, solo así, verás que llegan los cambios deseados.
Planificando adecuadamente tus objetivos y cogiéndolos con ilusión, seguro que la vuelta a la rutina se hace mucho más amena. ¡Verás que estos cambios te ayudarán a afrontar el día a día con más ánimo y energía!
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