El calor del verano nos incita a escoger alimentos más ligeros, más refrescantes y menos calóricos. Sin embargo, también es tiempo de salir a comer y a cenar a restaurantes y terrazas. Encontrar el equilibrio y seguir manteniendo el peso es posible siempre y cuando tengamos una serie de pautas presentes para comer bien:
Acuérdate de realizar la compra semanal
El peor enemigo de nuestra alimentación es la improvisación. ¿Cuántas veces hemos cenado pan con embutido o hemos llamado para que nos traigan una pizza a casa por tener la nevera vacía? Tener en el congelador salteado de verduras, verduras hervidas o bien bolsas para cocerlas al microondas es una buena opción para aquellos días que no disponemos de tiempo o de ganas para cocinar. Los vasitos de arroz integral, basmati o redondo Nomen son también una buena opción para tener en la despensa, ya que tienen una fecha de caducidad larga y están listos en un minuto.
No abuses del alcohol
Las bebidas alcohólicas se obtienen o bien por fermentación de los azúcares naturales de los zumos de frutas o cereales, o bien por destilación de éstas mismas bebidas fermentadas. Todas contienen alcohol y azúcares, por lo que son altamente energéticas.
1g alcohol= 7Kcal
1g de azúcar o hidratos de carbono =4kcal
Las vacaciones se prestan al descontrol con el alcohol, así que deja su consumo para una de las comidas diarias y bebe siempre de forma moderada. Escoge vino o cerveza mejor que destilados mezclados con bebidas azucaradas, ya que se incrementa aún más su aporte calórico.
Cuando comas fuera, recuerda evitar los platos calóricos y copiosos
Aquí os dejamos ideas de platos ligeros para pedir en un chiringuito, terraza o restaurante:
APERITIVOS:
Boquerones en vinagre, almejas o mejillones al vapor, navajas hervidas, pepinillos en vinagre, anchoas, 6 aceitunas, jamón o lomo ibérico de bellota…
PRIMEROS PLATOS:
Ensalada “caprese” (con tomate, mozzarella y albahaca), melón o piña con jamón serrano, ensalada verde, espárragos blancos con vinagreta, gazpacho, verduras a la brasa, ensalada griega, escalivada o verduras al horno, verduras al wok…
SEGUNDOS PLATOS:
Pescado blanco al vapor con verduras, pollo o pescado al horno, dorada a la sal, “steak tartar”, sepia o calamar a la plancha, carpacho de ternera o de bacalao…
POSTRES:
Fruta del tiempo, macedonia natural, fresas con zumo de naranja, manzana al horno, queso fresco, sorbete de limón o mandarina, helado de hielo…
¡Muévete siempre que puedas!
Intenta hacer, siempre que sea posible, tus trayectos andando. Si estás de visita en una ciudad, planifica tus visitas por zonas y hazlas a pie. Si estás en un destino fijo, si hay piscina, aprovecha para nadar, o bien sal a pasear por la playa o a correr por el paseo… ¡Disfruta del buen tiempo mientras haces ejercicio!
Como puedes comprobar, comer bien en vacaciones es posible, solo tienes que saber compensar los excesos y seguir siendo organizado en la planificación semanal de los menús. ¡Vive un verano saludable!
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