El açaí es una pequeña baya sudamericana que cada vez está más en auge, ¿la has probado ya? Si ya la has probado, te contamos todas sus características. Y si aún no has tenido el placer, ¡seguro que después de leer este artículo te despierta el gusanillo!
Tiene un aspecto similar al arándano. Su forma es redondeada de 1 cm de diámetro aproximadamente y es de color violeta oscuro. Crece en palmeras que pueden llegar a medir unos 25 metros de altura. Este fruto sale en forma de racimos en las palmeras silvestres autóctonas del norte de Brasil. Esta región amazónica se caracteriza por tener un ambiente húmedo y caluroso.
Antiguamente, el açaí se consumía en exclusiva en la selva tropical. De hecho, era una parte esencial de la dieta indígena del Amazonas. Esta baya era considerada medicinal y la utilizaban para curar enfermedades de la piel y dolores digestivos.
En cuanto a la baya, tan solo el 10% de esta constituye la pulpa, es decir, la parte carnosa, y el 90% restante consta de la semilla.
Estas no pueden consumirse directamente de la palmera, es necesario realizar un delicado proceso de elaboración para maximizar sus propiedades nutricionales. Este proceso es muy importante. Si no se realiza de un modo adecuado, el valor nutricional podría verse afectado, y por tanto no se aprovecharían la completo las propiedades. Por esta razón, en el mercado se encuentran las bayas açaí con diferente información nutricional entre sí.
En cuanto a sus valores nutricionales, cambian mucho en función de si se consume la pulpa deshidratada o el zumo. En cualquier de los dos casos, el macronutriente que predomina son los glúcidos, principalmente en forma de azucares. En el caso de la pulpa desecada, donde se conserva toda la fibra del fruto, las cantidades son muy significativas, superando el 405 del peso en seco. Además, en formato polvo tiene un alto contenido de calcio y hierro.
Una de las propiedades que más resalta es su gran capacidad antioxidante. Contiene cantidades importante de vitamina solubles antioxidantes como la A y la C, que además contribuyen al buen funcionamiento del sistema inmunitario. Pero también contiene grandes cantidades de otras sustancias antioxidantes como fenoles, flavonoides, xantonas y antocianinas, principalmente las ultimas. De hecho, el contenido de antocianinas puede llegas a ser 30 veces mayor al del vino.
En España el açaí es cada vez más fácil de encontrar en tiendas de alimentación. Habitualmente se encuentra en forma de zumo o en polvo. Las dos versiones son muy fáciles de incluir en la alimentación. El zumo de hecho se podría tomar directamente para merendar o a media mañana junto a un bocadillito de queso fresco o un puñado de frutos secos, por ejemplo. En caso del polvo de la pulpa sí que es necesario combinarlo con otros alimentos, se podría añadir a batidos de frutas, añadir a bases lácteas como la leche, el yogur o queso fresco batido, igual que a bebidas vegetales, pero también se puede usar en repostería. Si con estas pequeñas ideas aun no lo tienes claro, te proponemos un par de recetas para que te chupes los dedos con esta baya.
Ingredientes:
Elaboración:
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Para la base:
Elaboración: