Si nunca has oído hablar de las comidas o recetas en bowls (food bowls o meal bowls), te interesa leer este artículo. Porque descubrirás una manera de cocinar –y de comer– que te aporta todos los nutrientes necesarios para una alimentación saludable, variada, fácil y rápida de preparar. Además de ser nutricionalmente equilibradas, las comidas en bowls están deliciosas y llenas de contrastes de sabores. Y lo que es mejor, ¡en un solo plato! Sí, porque también incluyen “el postre”. Con las recetas en bowls todo son ventajas.
Como su propio nombre indica, son recetas que se sirven en un bol. Son platos creativos, porque requieren una presentación original y cuidada. Y también son muy completos, porque reúnen en un único recipiente los diferentes grupos de alimentos. Así, logran que la comida sea equilibrada y muy saludable. Son en realidad comidas completas, por eso resultan muy prácticas también para llevar a la oficina: tienes el primero, el segundo y el postre en un único plato.
La proporción de los grupos de alimentos es importante para lograr que el bowl sea equilibrado y no una mera mezcla de ingredientes. En general, la base está formada por 3 grupos de alimentos que representan ¾ partes del plato. Y son:
Pero una receta en bowl también debe incluir, en menor proporción, estos grupos de alimentos:
Para conseguir que el bowl incluya texturas diferentes, es importante añadir algún ingrediente crujiente, que puede ser desde un poco de pan tostado, unos frutos secos, la propia lechuga, las hortalizas (zanahoria, pimiento, cebolla…) o las semillas (pipas de girasol o de calabaza, por ejemplo).
A la hora de aliñar tu plato en bowl, puedes llevar tu imaginación al poder. Sí, puedes aliñarlo como lo harías con una ensalada básica, con aceite de oliva, sal y vinagre. Pero también puedes dar un paso más allá y preparar una vinagreta más elaborada o una salsa como un pesto, o un hummus, o una salsa de yogur. Eso sí, ten cuidado con no pasarte con la sal ni con las grasas, o echarías a perder el valor nutricional del plato.
Como decíamos al inicio, no se trata de mezclar todos los ingredientes como harías con una ensalada normal. Tienes que distribuirlos en el bol de manera ordenada, poniendo como base las hojas verdes y luego ir colocando los diferentes ingredientes uno al lado del otro, como si fueran porciones triangulares de una tarta. Esta original forma de colocar los ingredientes da como resultado un plato muy atractivo visualmente, que entra por los ojos, lleno de colores, formas y texturas distintas. De ahí que a los food bowls también se les llame rainbow bowls (porque sus bandas de colores recuerdan al arcoiris).
Sí, porque debe incluir algo dulce, que te dé la sensación de final de la comida. ¿No has oído nunca a los que dicen que, si no toman algo dulce después de comer, es como si no hubieran acabado la comida? Pues el plato en bowl lo soluciona incluyendo algún alimento dulce entre sus ingredientes, pero sin añadir ni un gramo de azúcar. Puede ser un poco de maíz o zanahoria, o trozos de frutas frescas…