Si te preguntaran cuál es el postre que más te marcó en tu infancia, seguramente dirías alguno que te preparaba tu abuela: natillas, bizcocho, galletas, buñuelos, rosquillas, torrijas… ¡y arroz con leche!
Y es que, en el universo de los postres y dulces caseros tradicionales, auténticos e insuperables, el arroz con leche es uno de los básicos e imprescindibles. Seguramente, también uno de los más nutritivos, porque aunque sí es verdad que lleva azúcar, el resto de ingredientes son súper saludables: arroz, leche y aromas (limón y especias). Nada de frituras ni grasas extra, solo vitaminas, minerales, proteínas y calcio.
Para 4 personas:
– Empieza la cocción. Pon todos los ingredientes en una cazuela, menos el azúcar. Enciende el fuego, a baja temperatura, y cuece durante 40 o 45 minutos, removiendo de vez en cuando.
– Agrega el azúcar. Cuando falten 5 minutos para finalizar la cocción del arroz, agrega el azúcar a la cazuela, remueve y deja cocer hasta que se haya integrado y el arroz esté meloso.
– Retira del fuego. Vierte el arroz con leche en una bandeja amplia, para que pierda temperatura y se detenga el proceso de cocción (si lo dejas en la cazuela, seguirá cociéndose con el calor residual). Retira la piel de limón y la rama de canela.
– Reserva en frío. Cuando el arroz con leche ya esté atemperado, tápalo con film y resérvalo en la nevera hasta el momento de servirlo. Lo más práctico es que lo repartas antes en recipientes individuales.
– Espolvorea con canela en polvo. Saca el arroz con leche de la nevera unos minutos antes de servirlo, para que no esté tan frío (en especial si es invierno). Espolvoréalo con canela en polvo al gusto y ¡a la mesa!.
El arroz con leche tiene una virtud que lo hace único: puedes adaptarlo a tu gusto o tus necesidades variando la proporción de los ingredientes. Lo mejor de todo es que, para dar con tu receta ideal de arroz con leche, tendrás que probar muchas variantes de este postre, lo que significa cocinarlo y degustado tantas veces como sea necesario. Y eso es una bendición.