Seguro que sabes qué son los superalimentos. Alimentos cuyas propiedades beneficiosas para el organismo son tantas que, una vez eres consciente de todo lo bueno que son capaces de aportar, te sentirás muy culpable si no los incluyes de manera habitual en tu dieta. La quinoa es uno de esos alimentos, al igual que la cúrcuma, las semillas de lino o de sésamo o las bayas de Goji, entre muchos otros de una larga lista.
¿Por qué nos interesa la quinoa por encima de los demás? Porque es un ingrediente con muchos usos en la cocina y fácil de preparar (aunque con algún truco, luego te contamos). Y porque permite cocinar una amplísima variedad de platos, tanto dulces como salados, bien sea como ingrediente principal o como acompañamiento. De hecho, en términos culinarios el abanico de posibilidades de la quinoa se parece mucho al del arroz.
Beneficios de la quinoa
Sin embargo, la quinoa no es en realidad un cereal, sino una semilla. Lo que los expertos en nutrición llaman pseudocereal. En su tabla nutricional destaca, por ejemplo, que un 13% de su peso son proteínas y un 69%, hidratos de carbono. Pero es apta para diabéticos, porque su índice glucémico es bajo. Es una gran fuente de energía, que se libera de forma gradual, tiene mucha fibra y se digiere fácilmente.
¿Más cosas? Proporciona una buena dosis de vitaminas (B2 y B3) y minerales como hierro, magnesio, fósforo, manganeso, cobre, cinc y potasio. Es un alimento sin gluten, por tanto apto para celíacos, y su sabor neutro lo hace indicado para todos los públicos, incluidos los niños. Con todo lo que la quinoa puede hacer por tu salud, cuando acabes de leer este artículo irás corriendo a la cocina a preparar una receta con quinoa.
Así se cocina (bien) la quinoa
La quinoa debe cocerse, como el arroz o el cuscús. Aunque cada fabricante marca sus proporciones de líquido y de quinoa, la norma general es cocer la quinoa en el doble o triple de su medida en agua o caldo. Es decir, 2-3 medidas de líquido por 1 medida de quinoa. Consejos básicos:
- Añadir la quinoa al líquido de cocción cuando este haya empezado a hervir. Puedes utilizar agua mineral (mejor que la del grifo, que en algunas zonas puede tener mal sabor) o caldo de ave, verduras o pescado, en función de la receta y los ingredientes con que vayas a mezclar luego la quinoa. También puedes hervirla en agua con una pastilla de caldo concentrado.
- Tapar la cazuela y no destaparla en los primeros 10 minutos (es importante no perder el vapor que se genera durante la cocción). Cocer a fuego medio.
- Pasados los 10 primeros minutos, controlar la cocción. La quinoa está hecha cuando los granos se vuelven transparentes y el germen es visible (una especie de colita en espiral). Suele tardar entre 12 y 15 minutos. La textura es ligeramente suelta y crujiente.
- Puedes añadir condimentos al agua de cocción, como un chorrito de aceite de oliva, sal, una hoja de laurel… Pero ten cuidado, la quinoa es como una esponja para los sabores, así que deberás encontrar el punto justo.
- Algunos, como también se hace con el arroz, tuestan un poco la quinoa antes de cocerla, unos minutos en una sartén con unas gotas de aceite de oliva. Dicen que así se potencia más su sabor a fruto seco.
Errores comunes al cocer quinoa:
- No seguir las indicaciones del fabricante. Muchas veces se aconseja enjuagar la quinoa en agua antes de cocerla (los granos están cubiertos con una capa de una sustancia amarga, llamada saponina, aunque muchos fabricantes ya someten a la quinoa a un lavado previo a su comercialización y este paso no es necesario).
- Pasarse de cocción. Al no controlar muy bien cuál es el punto óptimo de cocción, muchos optan por alargar el hervido de la quinoa. Error. Así solo conseguirás una pasta blanda, gomosa y sin ninguna gracia. Un engrudo, vamos.
- Lavarla bajo el grifo una vez cocida. No hace falta, solo conseguirás quitarle sabor. Déjala reposar unos minutos y luego sepárala un poco con un tenedor.
- Cocinar mucha cantidad. Parece tan poco 1 tacita… pero como el arroz, la quinoa crece con la cocción, tenlo en cuenta. Si aún así ya has cocinado quinoa de más, no te preocupes. Bien guardada en un recipiente hermético se conserva en la nevera hasta 4 días. Y sí, también puedes congelarla para ya tenerla cocida cualquier otro día.
Qué platos preparar con quinoa
La lista es larga, pero para que te hagas una idea, con quinoa puedes preparar desde una ensalada fría (como harías una de pasta, pero con quinoa) como esta con calabacín, feta y tomate o una guarnición para cualquier receta de carne, pescado o verduras (fíjate en este salteado de verduras asiáticas). Para hacer un acompañamiento de quinoa, una buena idea es mezclarla con arroz largo (en Nomen hemos pensado en todo y te ofrecemos un producto especial para ese uso, Tus recetas para acompañar con quinoa). Pero también puedes cocinar otro tipo de platos, en los que la quinoa es la protagonista, como unas croquetas con frutos secos (sí, croquetas de quinoa), hamburguesas vegetales donde la quinoa se mezcla con legumbres para sustituir la carne picada e incluso deliciosos postres como los que te enseñamos a preparar en el post “2 postres deliciosos con quinoa”.
Quinoa, la opción para los que tienen poco tiempo
Sí, porque ya ves que solo necesita 15 minutos para estar a punto. Y luego la puedes acompañar con carne, pescado, legumbres, vegetales… Y si aún te parece demasiado tiempo, puedes recurrir a los vasitos de arroz con quinoa que solo necesitan 1 minuto de microondas para estar listos para comer.
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QUE OTRO VENEFICIO TIENE LA QUINUA.